El año de
1981, se llevó a efecto el sesenta y uno (61) aniversario de la Fuerza Aérea
Venezolana, el Comandante General de la Aviación en esa oportunidad era el
General de División Maximiliano Hernández Vásquez, y se preparaba a celebrar en
compañía del pueblo de Maracay, un acto con todas las iniciativas, nunca vistas
ni presenciadas en Venezuela, el cual rompería lo rígido de todas las
celebraciones anteriores. Dicho acto consistía, primero, la celebración se iba
efectuar de noche y segundo con armamento real, el cual era un riesgo por la
falta de visibilidad. Para poder llevar ese anhelado proyecto, el Ciudadano
General, estableció comunicaciones con el Estado de Israel, para la adquisición
de unas bengalas (flares) a fin de darle mas colorido al acto a ser presenciado
por el pueblo venezolano y extranjeros que hacen vida en el país. Todo era una
celebridad, la Fuerza Aérea se sentía llena de optimismo y orgullosa, presta a
presentar y demostrar su alta capacidad operacional por la cual estaba
atravesando, todos los preparativos de la operación nocturna, iba cada día
invadiendo el espíritu combativo de los pilotos de los diferentes sistemas,
premonizando un éxito, la iniciativa del
alto mando de la Fuerza Aérea Venezolana. El grupo de Transporte N° 6 se
preparó una tripulación con experiencia en rutas internacionales y un avión
C-130, con el propósito de traer de Israel un cargamento de bengalas para
ejecutar la operación nocturna.
Yo, con el
grado de Coronel, era en ese momento el Agregado Militar, Naval y Aéreo en el
Estado de Israel con jurisdicción en Grecia, los oficiales que se tenían para
cualquier contacto con el Ministerio de la Defensa de ese país, eran la
Teniente Coronel Tova Shani y su ayudante la Capitán Sheila Ezra, todo el tiempo
nuestras relaciones fueron excelentes. Una tarde estando en mi casa de
habitación, me llamó con la urgencia del caso, la Capitán Sheila Ezra, para
informarme, de una novedad bastante grave que en ese momento, estaba sucediendo
con un avión nuestro, bandera venezolana C-130 creo que sus siglas eran 1123,
cuyos pilotos eran el Capitán Estévez (el cabezón) y Teniente Coronel Linares Martínez. Resulta ser, que la novedad en cuestión, era que la Fuerzas de Defensa de Israel
y específicamente la Fuerza Aérea Israelí, estaban en alerta máxima, con las
instrucciones de que todo aquel avión desconocido sin identificación, que
penetrara en el espacio aéreo israelí, fuera derribado, me movilicé hablar con
el General David Ibrit, Comandante General de la FAI. Le hice el planteamiento
del riesgo que nuestro avión corría al penetrar el espacio aéreo israelí, de
igual forma la razón de la venida de este avión a Israel, el General, llamó a
el Comando de la Defensa Aérea Israelí y me informó, que lo que le manifestaba
era cierto, la razón, que ellos no habían recibido el Land Number y tampoco
conocían la razón de la llegada de ese avión a Israel, me preguntó el nombre
del agregado militar de Israel en Venezuela y le dije Coronel David Shilo, me
informó en ese momento que no me preocupara que dejara todo en sus manos, no
conforme con su repuesta llame el Coronel David Shilo y le informé de todo y me
respondió que todo estaba resuelto y que lo disculpara por su olvido, llamé al
General Martínez Lázaro informándole de todo lo acontecido y me dijo tranquilo,
que todo esta bajo control. Al día siguiente a las 15:00 horas aterrizaba
nuestro avión, en aeropuerto internacional David Ben Gurión, escoltado por dos
aviones Kfir y nuestra bandera aireaba con seguridad en la tierra prometida. SHALOM, UN
COMPROMISO CON LA HISTORIA, LA FORTUNA AYUDA A LOS AUDACES.
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