El reloj marcaba las cinco y cincuenta y cinco de la mañana, día domingo,
25 de septiembre de 1955, la tranquilidad que se había apoderado de la ciudad
jardín, la bella Maracay, todavía estaba vigente, súbitamente, un ensordecedor
e infernal ruido, le espantaba el sueño a todos aquellos que a esas horas, todavía
estábamos en los brazos de Morfeo, ¡Dios mío ¿ que pasa, fin de mundo,
hecatombe mundial o fin de la humanidad ¡ ese ruido infernal conformado por
unas trompetas bastantes desafinadas, tambores y redoblantes con el cuero ya
vencidos, eran los culpables de mayúsculo susto, de paso la complicidad de un
personaje empiyamado, todo despeinado y otro luciendo un uniforme militar,
casco de acero, fornitura con una bayoneta, fusil FN-30, se encargaban de que
todo el dormitorio, donde placidamente se deleitaba de un sueño reparador y
agradable, fuese interrumpido y todos a levantarse. Las paredes de la instalación
también protestaban porque el ruido producido tenían que responderlo como un
eco, no conforme con esto, dos perros Doberman brincaban y ladraban al compás
de esa combinación de peroles mal llamada música, al fin cuando no quedaban
vestigios de sueño, nos dimos cuenta que ese era el ultimo día como civiles, ya
que a pocas horas estaríamos portando el uniforme militar, que nos identificaría
como los nuevos reclutas de la Escuela de Aviación Militar, era la fecha de
nuestro ingreso a tan noble e importante institución venezolana, pues si
compañeros, así fue nuestro ultimo día como civiles y nuestro primer inicio
como reclutas, nacía el germen de la
Promoción de aviadores, Teniente Jesús Manuel Roa Moreno año 1959. Parece
mentira, cincuenta y siete años, ¿que no hemos visto?, presenciado y tomado
parte en eventos importantes. Hagamos una retrospectiva y recordemos con alegría todas las cosas
buenas y malas que hemos vivido como personas en esos cincuenta y siete años,
muchos, ya han aterrizado y cortado motor, la gran mayoría ya entraron al
trafico unos están en pierna paralela otros en final, pero la alegría siempre estará presente en los
que quedamos y en nuestros hijos, nietos y algún bisnietito por ahí asomadito.
Felicitaciones compañeros demos gracias a el gran arquitecto del universo, por
todo lo que hemos logrado en estos años ya idos. Solo me queda invocar y decir,
que Dios nos cuide a todos y nos proteja de cualquier adversidad en esta vida,
llena de sorpresas…AVIADORES SIEMPRE UNIDOS, UN COMPROMISO CON LA HISTORIA, LA
FORTUNA AYUDA A LOS AUDACES…
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