miércoles, 21 de agosto de 2013

Rescate de la avioneta de jimmy Angel de la meseta del Auyantepuy...


 Recién llegado al país después de haber permanecido en Inglaterra por espacio de tres años, como jefe de la misión para cambio de la viga central de los aviones Canberra, específicamente en Diciembre de 1969, fui asignado al Servicio de Mantenimiento de la FAV. Como jefe del Departamento Aeronáutico  de dicho servicio. En enero de 1970, después de haber disfrutado de la época decembrina, me presenté a mi nuevo cargo, cuyo jefe del Servicio era el Coronel Shell, Un lunes de ese mismo mes,  fui llamado con la urgencia del caso a que me presentara al Comando de Personal en la Comandancia General de la Aviación, lo cual me trajo cierto nerviosismo, por el contenido del radiograma recibido, al día siguiente me traslade a dicha sede y me le presente al Tte.-Cnel Balbino Colmenares Saavedra, jefe de personal en dicho comando, cuando me vio me saludo y con una sonrisa picara, me preguntó como me había ido en Inglaterra y que si estaba haciendo mucho frío, estuvimos hablando por espacio de varios minutos y recuerdo que me dijo, que ese año la FAV. Arribaba a sus cincuenta años y que se habían programado varios eventos, en uno de ellos iba a ser el jefe del grupo de rescate de esa nueva misión,  Y que me iba a gustar por lo atípico de la misma, le pregunté cual era, y de nuevo me volvió a preguntar si en Inglaterra estaba haciendo mucho frío, le repetí que si, me dijo bueno la misión es que has sido seleccionado para que seas el jefe del grupo de rescate de la avioneta de Jimmy Ángel arriba en el Auyentupuy, le pregunté que si iba solo, me informó que el Jefe de la Misión era el Coronel Edgar Suárez Mier y Terán, y otro oficiales mas; un domingo del mes de enero nos embarcamos en un avión C-123 cuyos pilotos eran dos de mis compañeros Capitán Bartolomé Garrido y el Capitán Bastidas Díaz, después de unas tres horas de vuelo aterrizamos en la pista de Canaima, el calor era insoportable y en la tarde los jejenes hicieron su agosto con nuestra humanidad, muy temprano en la mañana del día lunes se despejo la meseta e hicimos el intento de llegar a la base de operaciones en el tope del Auyentepui, la primera vez no se pudo entrar por lo tapado con mucha nubosidad, posteriormente se hizo un nuevo intento hasta que se logró aterrizar en el sitio cercano donde altiva, permanecía la aeronave en cuestión o sea la avioneta de Jimmy Ángel, nos dimos cuenta que la superficie de la meseta era puro barro y que al caminar este llegaba hasta las rodillas, lo cual dificultaba al máximo el desplazamiento a cualquier sitio de la misma, al extremo que en el lanzamiento de las provisiones muchas de ellas se perdieron porque cayeron a unos doscientos y cien metros del campamento y el piso de la meseta nos negó que pudiéramos rescatarlos; de inmediato se dieron las ordenes para proceder a desmantelar la aeronave, dándole un trato bastante delicado motivado a que algunas partes estaban cristalizadas, todavía en sus tanques había residuos de combustible, la secuencia del desmantelamiento fue la siguiente, como se encontraba con la cola en alto, se bajo y se colocó en posición horizontal, se empezó a desmantelar por los planos lo cual no hubo ningún problema, solo que eran muy largos y hubo la necesidad de seccionarlos y formar dos paquetes de cuatro secciones cada uno, una vez que llegó el helicóptero de la Base de Operaciones en Canaima, se enviaron con la premura del caso, el representante de  TVN-5, era el muy popular Oscar Yánez y un cubano que era el camarógrafo, cuyo nombre era Luis H Oberto y otros miembros mas de nombres, M. Rodríguez y M. Fritz; en la noche como a las siete Oscar Yánez, con su inteligencia innata, hacia el comentario del desarrollo de la actividad llevada a cabo durante el día, en esa oportunidad, muy emocionado, manifestó, “que partes de la avioneta volvían a surcar los parajes que tanta emoción le produjeron al muy popular Jimmy Ángel”, ya caída la tarde y cuando el frío arreciaba con temperaturas que rallaban entre cinco y siete grados, los comentarios de ley y las anécdotas de los hechos que se habían suscitado, antes de que el ocaso hiciera su aparición, los mas jóvenes aprovechábamos la permanencia del helicóptero UH. Para volar hasta la caída del río hacha, el cual forma la maravilla del mundo conocido como el shurummeru, o sea el salto Ángel, allí aprovechábamos para el chapuzón de ley con una aguas gélidas envidia de un  glaciar, el piloto Capitán Rafael Fernández López,  y su copiloto Capitán Pereney Bravo, se lucían haciendo acrobacias sobre el mencionado salto luego, con el helicóptero  bajaban a todo lo largo de la caída de agua y ya cerca de la tierra aplicaba potencia y ascendía hasta el tope de la montaña, allí aterrizábamos y luego el disfrute de las aguas frías y cristalinas que iban a formar esa maravilla del mundo, en la noche bajo la mirada complaciente del astro de la noche y el titilar de las estrella, se encendía una fogata y se procedía a contar todo lo acontecido incluyendo lo que  se pensaba hacer el día siguiente, no podían faltar los chistes picarescos unos pornográficos, otros de cortes muy conservadores y otros que no se le encontraban ni entrada ni salidas, los cuales producían risas por pura cortesía, y en el transcurso de la conversación se dejaba de vez en cuando, escapar su mentirillas como para darle mas picante a la tertulia. Tres días duró el desmantelamiento del fuselaje, sobre todo por la gran dificultad que nos presentó el tren de aterrizaje, cuyos pernos y tornillos estaban completamente oxidados; gracias que entre el grupo que conformaba el rescate estaba un señor de avanzada edad, de apellido Mercay, suizo y veterano de la II guerra mundial, técnico de primera en materia de aviación, gracias a el, se pudo desmontar el componente de aterrizaje, prácticamente la dirección del desmontaje fue su iniciativa,  su ayudante era su hijo, Cabo segundo, quien para los momentos prestaba el servicio militar en la Base Aérea de Boca de Río, una vez vencido este obstáculo, se procedió a desmontar todos los componentes de la cola, o sea el timón de profundidad y el timón de dirección, motivado a los treinta y seis años de intemperie por parte de la avioneta, había pequeños componentes que casi hacían que se abortara la misión,  pero siendo fieles a nuestro lema  “La  fortuna ayuda a los audaces” se vencían todos los obstáculos que se presentaba, muchos allí presentes comentaban que el espíritu de Jimmy Ángel nos estaba ayudando, ¿en que se basaban para hacer este comentario? en lo siguiente: con nosotros subió a la montaña un Ingeniero de nombre Gustavo Henny, que junto con la esposa de Jimmy Ángel hacían pasajes rasante sobre la meseta, buscando un sitio donde aterrizar, sin darse cuenta que era un piso de barro, y seguro que al aterrizar, la avioneta capotearía, cuenta su copiloto, que el piloto empezó a efectuar el aterrizaje con mucha cautela, hasta que se decidió a efectuar el aterrizaje, para sorpresa de los tres ocupantes que la aeronave se hundió en el fango y sucedió lo inesperado, capoteo y quedo con las ruedas hacia arriba, salieron de la avioneta y comenta el copiloto, que Jimmy Ángel, se paró al frente de su avión y lloró como un niño cuando pierde su juguete, en vida quiso rescatarla pero no tenía los recursos para hacerlo, a su muerte exigió que le bajaran su avión de la meseta y fuese colocada en un sitio poblado, así se hizo, o sea que la mano del dueño de la avioneta estuvo con nosotros efectuando las labores de rescate. Una vez desmantelado los timones antes mencionados, se fueron colocando en un sitio cerca del helipuerto de allí se bajaban a Canaima, una vez despegados el tren de aterrizaje, los timones, quedaba lo mas difícil, el fuselaje y el motor, el fuselaje porque medía unos ocho  metros, el motor por lo pesado y aun conservaba la hélice, la cual estaba completamente atascada por haber permanecido dentro del barro por espacio de treinta y seis años, para desmontar el motor, se desconectaron los parales que lo sujetaban, lo cual no tuvo ninguna dificultad luego venia el desmontar la hélice, sorpresa, en el primer intento para extraer el perno que la sujetaba, este cedió como si en vez de barro, hubiese estado sumergido en aceite, todos nos miramos la cara de sorpresa, venía el turno del fuselaje, el cual hubo necesidad de seccionarlo en tres partes, y se agolpó en el sitio para ser enviado a Canaima, el traslado de estas partes presentaron cierto grado de dificultad en su traslado, muy en particular el motor que al elevarse el helicóptero, el motor, el cual colgaba de una eslinga, empezó a girar y a bambolearse de una forma descontrolada, lo que hizo que el helicóptero no se sentía seguro ameritando por parte de sus pilotos posarse en tierra de nuevo, después de varios intentos lograron sacar del sitio el componente y llevárselo a la base de operaciones, con el fuselaje no hubo problema al igual que el resto de los componentes, una vez evacuada la ultima pieza del avión, se construyó un muro de piedras traídas del río que forma el Salto Ángel y se elevó un muro donde se colocó una placa alusiva a la hazaña del explorador y el trabajo, mencionando a los integrantes de la misión Auyantepuy. De esa misión surgieron muchas anécdotas, entre ellas se creo una que mencionaban unos animalitos, que de noche hacían su aparición para comerse las fruta y en cierta medidas asaltar la despensa, resulta ser que estos, animalitos no eran mas que algunos integrantes del grupo, que en el filo de la media noche cuando se le atornillaba el hambre, lo que les quedaba era el pillaje, de igual forma cuando alguno tenía que hacer sus necesidades fisiológicas, la tortura era el regreso al campamento porque la gritería que se le formaba era de vergüenza, y expresiones como: ¿me trajiste la muestra de los labios? Y otras que daban vergüenza, unos mas osados se acercaban a tomar fotos a los que en ese momento se encontraban en cuclillas detrás de una mata o un mogote y así transcurrían los interminables días

     El campamento lo conformaban varias carpas para dos personas, la diana era a las siete de la mañana y se encargaba de ella los soldados cocineros tocando con un tenedor o cucharilla las ollas de cocinar, una vez que nos levantábamos después de medio dormir, nos desayunábamos e iniciábamos la tarea del día, la cual era mi responsabilidad asignar a cada grupo lo que debía hacer; se presentaron ciertos roces con un grupo de rescate denominado Grupo de Rescate Venezuela; cuyo jefe era un  estudiante de la UCV, que por sobrenombre se le puso Topoyiyo, de nombre Dom y Monserrat, se caracterizaba por ser demasiado mala conducta y relajado al extremo, había que estarle llamando la atención permanentemente, otro estudiante universitario de nombre Nedo Panis, estudiante de arquitectura, mas reposado que el anterior pero de igual manera era medio relajadito; como mencioné anteriormente por TVN-5, estaban: Oscar Yánez y un cubano con su asistente de cámara, por el servicio de Mantenimiento, un Ingeniero de nombre Claudio Cassotti, el Señor Mercay y su hijo, como médico estaba el Doctor Márquez a quien por cariño lo llamábamos el “Che”  por el Grupo de Operaciones Especiales GARE 10 el Capitán Fernández López y el Capitán Pereney Bravo y un maestro Técnico Mayor  cuyo nombre era MTM Oscar Rangel Aguilar (a) Avenita, por el Grupo de transporte Nº 6, el Capitán Bartolomé Garrido y el Capitán Bastidas Díaz, el jefe de maquina el maestro Técnico Mayor  Márquez Bello, muy conocido por sus extravagancias, lo que hizo lo conocieran mejor como el loco Márquez Bello, por la Fuerza Aérea estaba el Coronel Edgar Suárez Mier y Terán, jefe de la misión, Teniente Coronel González Páez, jefe de logística y el Capitán Juan Enrique Laurentin Rojas jefe del Grupo de rescate, MTM Carlos Fuchs, MT1 J.B. Mora, MT2 J. A Valderrama; y por la Federación de Aeroclubes Doctores M. Tovar y R. Romer, así mismo habían tres soldados uno el Cabo segundo Mercay, el soldado Luis Pulgar y Francisco Monsalve, EL Radio Club Venezolano lo conformaban el ciudadano Carlos Arena, Víctor Maldonado, Antonio Márquez Bello y el Mayor Francisco Marín, después de quince días encaramado en ese altar natural, se dio por cumplida y concluida la misión, el ciudadano Coronel nos felicito a todos, lo mismo hice yo con todo el personal bajo mi mando, una vez que llegamos a Canaima celebramos el éxito de la misión por todo lo alto en espera de ser evacuados hacia la ciudad jardín, ya era domingo de carnaval, recuerdo que aproveche el helicóptero que salió el domingo bien temprano y me vine en el, todo el tiempo fue rasante sobre el llano y la gran sabana, algo inolvidable, lo mismo hicimos cuando ante nuestros ojos se presento el Orinoco, atravesamos los llanos de Anzoátegui, Guarico y por fin la civilización, Maracay Ciudad Jardín, sueño y sede de los aviadores. Cuna de la otrora Fuerza Aérea, una pagina mas para la Aviación Militar, recordando aquel puñado de hombres de azul, hoy día muchos de ellos en otras dimensiones, regocijándose de la aventura emprendida, que con su tesón  lograron arrancar de la barbarie un icono representativo de la proeza llevada a cabo por un caballero del aire..JIMMY ANGEL AVIADORES UNIDOS, LA FORTUNA AYUDA A  LOS AUDACES.

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