miércoles, 21 de agosto de 2013

Los quince años de Petra Consuelo...

Hoy es día de fiesta caída del cielo.
El rancho se adorna con bellas guirnaldas.
Colocan bombillos de los nuevecitos
Para los quince años de Petra Consuelo
 
Arreglan las sillas y también las mesas
Arreglos florales sobre los manteles.
Colocan la torta sobre una mesita
Se ve muy sabrosa y es de pura fresas.
 
¿Dónde están las velas?... Pregunta Carmelo.
En una  gaveta de la peinadora.
Contesta la vieja con rollos en el  pelo.
Ten mucho cuidado no caigan al suelo.
 
Anda báñate niña… que ya se hace tarde.
Consuelito mija, van a ser las seis.
Nos dejas agua en el perolón.
Que nos sale baño, a mí y a tu padre.
 
 Doña Gumersinda se mete la pinta.
También Don Carmelo con tremendo traje.
Llegan invitados para el baile del vals.
Están muy nerviosos y sudando tinta.
 
Vistiendo un  vestido  de puro organdí.
La niña que cumple bellos quince años.
Se nota un adorno en su cabellera
Un tocado de plumas como un colibrí
 
La música que suena es primaveral.
Sale Consuelito al centro de la sala.
Se instala ahí mismo  su padre Carmelo.
 
Invita a su hija a    bailar el vals.
 
Le dan al conjunto una tanda de ron.
El dueño del conjunto viene de la costa.
Conjunto que suena en toda la comarca.
Es muy conocido como el Cimarrón.
 
  
 
 
 
 
 
Todo el mundo baila al compás del son
Empezó la fiesta y a gozar un puyero.
Muevan esqueleto, y así se rebajan
Con la música del gran Cimarrón.
 
 Hay preocupación en la sala del rancho.
Por tres malandrines que andan merodeando.
Los enfrentan algunos… de allí los presentes.
A fin de evitar un gran zafarrancho.
 
Se fueron corriendo por la carretera.
Todos disfrutaban de los quince años.
Apagar las velas y a cortar la torta.
Acérquense todos…pero a la carrera.
 
Son muchas tarjetas y también regalos.
Los abre en el momento de cortar la torta.
Deja para mas tarde…le dice la madre.
Y pide un deseo de algo soñado.
 
Ya es de madrugada, en todo el barrio.
Se oye un estruendo que casi infarta.
Son los malandrines que se regresaron.
Lanzando a la sala un gran tumba rancho.
Con una escopeta sale don Carmelo.
A poner en orden los tres malandrines.
Cuando ellos lo ven que se encuentra armado.
Perdone Carmelo…que eso era jugando.
Así transcurrió, la fiesta de Consuelo.
Gozando un puyero en sus quince años.
Vasos y papeles, pedazos de torta.
Así le quedo ese escenario, limpieza exigida para  todo el suelo.
El viejo Carmelo, pasando el ratón.
Le dice a su vieja que el gozo un bolón.
Jarte aguardiente y comí de todo.
Pero de la fiesta me quede cagon.
 
 
 
 
Cuatro borrachitos duermen en el suelo.
Con tremenda pea que todo lo afean.
Carmelo, mijito pon ahí el orden.
Mira que es la fiesta de tu negra bella
Esa que esta ahí, llamada Consuelo.
 
Hay cuatro invitados con unos pañuelos.
Montan cacería a los mesoneros.
Bebidas que pasan son ellos los dueños.
Hay pasa palos que son bien sabrosos.
Pero sus predilectos son to...’ los Tequeños. 
 
 Amigo de la casa,  quien es muy circunspecto
Toma el aguardiente como beber agua
No pudo esperar el corte de torta. Por que ahí esta… durmiendo la pea
En un colchoncito que se llama suelo.
 
Esta bien temprano y abunda el borracho.
Docenas de ellos están en la puerta.
¿Qué estará pasando? Que todos se ríen.
Se asoma consuelo con amigas de ella.
Es un invitado ya pasado de palo
Acostado en el suelo y  lo que le queda es estar vomitando.
 
Sigue Consuelito allá fuera hurgando.
Cual es su sorpresa, de lo que encontró.
Un borracho de esos con tremenda pea.
En la pata de un palo… que se estaba miando…
 
Se jodio esa fiesta, gritaba un sayón.
No hay aguardiente ni tampoco ron.
Tomaremos miaos para la emoción
Y poder bailar cualquier de los son
 
Esa es otra vaina el de ese conjunto.
No ponen merengues sino puras baladas.
Mejor prendo un radio, con bastante música.
Porque ese conjunto es una cagada.
 
 
 
 
  Que fiesta tan buena. Dice Consuelito.
  Goce un puyero.
  Bailé a mis amigos.
  También a mis hermanos.
   Será inolvidable.
   Las gracias a todos.
   Pero más a mis padres.
 
   Mañana amanezco trabajando duro.
   Recogiendo todos esos tarantantines.
   Lo malo y lo lindo.
   Pero fiesta al fin.
   Amanecidos aquí, amanecidos allá.
   Durmiendo la mona.
   En la pata del palo.
   De aquel tamarindo.
 
   En la sala del rancho.
   Duerme a toda sus anchas.
   Un amigo nuestro.
   Que se llama Pancho.
   Vasos por aquí, Vasos por allá.
   Luego se presenta Doña Gumersinda.
   Boten los desechos.
   Pásenme,  la escoba y también la pala.
 
   Haciendo un recuento.
   De tremenda fiesta.
   Yo no tengo quejas dice Consuelito.
   Pequeño tropiezo a la media noche.
   Con cuatro malandros.
   Que no los invitaron.
   Lanzaron al techo un gran tumba.
   Rancho…
   No paso de ahí todo se calmó.
   Al ver a mi papa que los asustó
   Seguimos la fiesta y…
   Doy gracias a Dios.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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